jueves, 13 de mayo de 2010

¡QUE SEAN FELICES!


Según dice Maite Vallet en su libro “Educar a niños y niñas de 0 a 6 años”, si en
cada etapa de la vida enseñamos a los niños y niñas todo aquello que están
preparados para aprender, se sentirán dispuestos a aprender y encantados de
hacerlo. DISFRUTAN APRENDIENDO. Debemos armarnos de paciencia mantener
una actitud positiva.

Retrasar los aprendizajes porque tenemos prisa y no hay tiempo para comer o
vestirse sin ayuda, para que recoja solo sus juguetes, etc., los dificulta y complica.
Si queremos que nuestro hijo o hija se convierta en una persona autónoma, tenemos
que enseñarle, en las primeras etapas de su vida, todo aquello que está preparado y
dispuesto a aprender. De lo contrario, nos tenemos que preparar para que dependa
de nosotros o para depender nosotros de ellos, realizando las tareas que ellos
podrían hacer.

El cometido de los padres y madres consiste en permitir, enseñar y animar a sus
hijas e hijos a valerse por sí mismos. A veces frenamos su aprendizaje al realizar
nosotros lo que podrían hacer ellos.
En la tabla siguiente vemos todas las actividades que pueden realizar sin depender:

ACTIVIDADES DE AUTONOMÍA EN LA INFANCIA (0 A 6 AÑOS)
· Higiene personal: ir solo al baño,
lavarse, cepillarse los dientes,
ducharse y dejar el cuarto de
baño limpio y recogido.
· Vestirse. Preparar y recoger la
ropa.
· Comer de todo y sin ayuda.
· Acostarse a la hora convenida en
su cama.
· Mantener ordenado su cuarto:
juguetes, cuentos, ropa, …
· Juego: disfrutar jugando solo y
compartiendo su juego con otros
niños y niñas.

ACTIVIDADES DE AUTONOMIA EN LA NIÑEZ (6 A 12 AÑOS)
· Organizar su tiempo: actividades
cotidianas, tiempote estudio y
tiempo libre.
· Organizar su espacio personal:
su cuarto.
· Ampliar espacios: otras casas, la
calle y espacios públicos

jueves, 6 de mayo de 2010

Déjelos, ellos también pueden


Antes de empezar a leer este artículo es indispensable que sepa que un niño puede ser autónomo, pero no independiente. “Un pequeño se siente capaz de hacer las cosas, mas siempre necesita de la compañía de un adulto. Eso significa autonomía”, afirma Cecilia Zuleta, sicóloga experta en desarrollo y crianza y directora del Taller de Desarrollo Infantil Vueltacanela.
No hay ninguna posibilidad de que un niño sea independiente, porque necesita de la colaboración y la asesoría de un adulto, quien tiene la madurez suficiente para tomar distintas decisiones.
De igual manera, un chiquito se sentirá más seguro cuando sabe que existe a su lado una persona que lo puede asistir si lo necesita, porque, por más autónomos que sean en sus decisiones, ellos están aprendiendo y deben seguir un proceso.
Por ende, los padres deben apuntar a tener hijos autónomos, que no necesiten a los adultos para realizar todas las tareas, pero que se asesoren debidamente de una persona responsable que los guie.


Cómo lograrla
Los niños aprenden a ser autónomos en las actividades diarias que desarrollan en casa, en el jardín y en el parque. Ellos desean crecer y demostrar que son capaces de cumplir el objetivo propuesto.
Por ello, los papás deben permitir que el niño se arriesgue y demuestre todas sus capacidades, que tome la iniciativa de experimentar tareas seguras y de poderlas realizar. Además, deben permitir que los niños se equivoquen; dejarlos comer solos, que intenten superar varios obstáculos y que luchen hasta conseguir la meta deseada.
Para facilitar la autonomía en los niños es importante que los padres les creen rutinas desde temprana edad, porque estas permiten que los menores organicen sus tiempos y que anticipen lo que llega. Cuando las reglas cambian, los pequeños adquieren comportamientos inadecuados que generan indisciplina, la cual se verá reflejada en un futuro.
También deben animar a sus hijos y reforzarles las habilidades que tienen para ciertas actividades como recoger, guardar, quitar, abrochar, ir al baño, comer solos, entre otras.

Recomendaciones
-Permita que su hijo se enfrente a situaciones nuevas. No sea sobreprotector.
-Deje que él realice actividades solo, pero siempre esté al lado de él.
-No le resuelva todas las dificultades que a él se le presentan, ayúdelo a solucionárselas.
-Incítelo a que colabore con el arreglo de la casa, a que se bañe solo, a que seleccione su propia ropa y a que coma solo.
-Ponga límites y aprenda a decir no.
-Respete los horarios de las rutinas.



Beneficios
-
Forma niños seguros de sí mismos.
-Favorece la sociabilidad y el desempeño.
-Hace pequeños más responsables en las distintas actividades que realiza.
-Resuelven fácilmente y con dominio los problemas.
-Aprenden a cumplir órdenes sencillas.
-En el futuro, son más cautelosos en el manejo del dinero.
-Reconocen con más facilidad los límites.
-Aprenden a decir no cuando es necesario.




AUTONOMIA DE LOS NIÑOS


Aunque actúen con buenas intenciones muchos padres olvidan que para que sus hijos se conviertan en personas capaces de valerse por sí mismas y de disfrutar la vida ellos tienen que soltar el control el principal objetivo en la educación de los hijos es conseguir que sean personas felices, maduras, responsables y autónomas lograr este objetivo supone un largo proceso a lo largo de toda la infancia pero debe comenzar desde el principio a los padres muchas veces les cuesta tener esta visión de futuro, algo que es muy normal cuando están enfrascados en los primeros cuidados de sus hijos y los ven como criaturas tan frágiles, dependientes y desvalidas.

A pesar de ello los primeros vínculos que se establecen serán muy importantes en el futuro porque tenderán a marcar el modo en que se relacionarán padres e hijos los padres que ya son muy sufridores desde la lactancia y están siempre pendientes de cualquier pequeña señal de malestar de su bebé preocupándose mas de la cuenta e intentando estar siempre encima de él están ya estableciendo una relación de mayor dependencia que aquellos otros que preocupándose también por su hijo, no se obsesionan ante un lloriqueo y pueden tolerarlo sabiendo que está bien y que se trata simplemente de un pequeño berrinche.

Tolerar la frustracion

Lo esencial es que los niños desde pequeños puedan aprender a tolerar bien las frustraciones y las contrariedades y a encontrar por sí mismos recursos para sobreponerse a ellas es decir, aprender a que no sean siempre los padres quienes les resuelvan cualquier contratiempo y a no buscar siempre refugio en ellos cuando las cosas no les van bien. ayudando a desarrollar su independencia El concepto de autonomía depende siempre de la edad del hijo, pero para que un niño pueda ir desarrollando esa independencia debe sentirse seguro con las personas que tiene a su lado, en primer lugar sus padres debe poder confiar en que ellas le ayudarán y le comprenderán y para eso debe sentirse querido una vez se siente amado y tiene esa confianza aumenta la seguridad en sí mismo, admite que puede equivocarse y se van potenciando todas sus capacidades.

Los padres deben tener en cuenta por tanto que la autonomía de sus hijos depende mucho de su propia mentalidad, de la idea que tengan ellos mismos acerca de lo que les pueden permitir, de la confianza que vayan depositando en ellos y de la capacidad de que dispongan para dejarles enfrentarse a las tareas y a los retos propios de cada momento evolutivo. por todo ello es recomendable que puedan seguir una serie de pautas que seguro que les ayudarán a fomentar la autonomía de sus hijos: Hay nors muy importante que los niños aprendan a respetarse a sí mismos y a los demás, y sean responsables de sus actos. Para conseguirlo los padres deben enseñarles lo que está bien y lo que está mal, lo que se puede y lo que no se debe hacer. Alabar sus esfuerzos muchas veces a los padres les cuesta reconocer que los pequeños logros de sus hijos son para ellos verdaderos esfuerzos, como por ejemplo el simple hecho de hacerse la cama, y se limitan a decirles que esa es su obligación. con esta actitud los niños no se sienten valorados y pierden su interés por lograr nuevos retos.

Fomentar la autoestima

Así como la sobreprotección es un rival que hay que combatir, el mejor aliado es la autoestima. un niño con una buena imagen de sí mismo sabe valorarse y confía en sus capacidades. aunque luego se equivoque, será maduro, feliz e independiente. a la hora de potenciar la autoestima, los padres desempeñan un papel fundamental. la manera en que un niño se ve a sí mismo pasa por cómo percibe que sus padres lo ven a él. Si siempre hablan mal de él, si solo destacan sus aspectos más negativos, si no le muestran confianza en sus comportamientos, se forjará una idea muy negativa de sí mismo. se creerá un niño muy torpe, lo que hará que se inhiba y deje de hacer cosas nuevas, o un niño muy malo, idea con la que se corre el riesgo de que el niño se identifique y haga, entonces sí, solo cosas malas.

Su autoestima mejorará mucho si en lugar de regañarle constantemente le damos estrategias para que las cosas le salgan mejor, si dejamos de proyectarle un futuro negro con frases como «de mayor no servirás para nada», si nos mostramos contentos con sus avances, si le damos valor a sus comentarios y opiniones y apoyamos sus iniciativas, si lo vemos como una persona y dejamos de compararlo constantemente con sus hermanos o con otros amigos. A diferencia de un niño sobreprotegido, un niño con buena autoestima tendrá más recursos para enfrentarse a los problemas que le vayan surgiendo, confiará más en sí mismo y no se dejará llevar por sus compañeros, ya que tendrá un criterio más claro de lo que le conviene y de lo que no, algo crucial cuando llegue la difícil hora de la adolescencia.